miércoles, 7 de mayo de 2008

El reflejo

Hoy cuando me he levantado, me sentía extraño

He comenzado mi rutina diaria, pero no he sido capaz de llegar más alla de mirar mi reflejo en el espejo de la habitación.

Fijando atentamente mi mirada en cada detalle, en cada centímetro, he estirado mi mano, queriendo tocar a la persona que estaba al otro lado, sin embargo he chocado con la superficie de cristal y no he sentido mas que frío.

Me he aterrado, era tan frío, tan perfecto, un reflejo perfecto de aquello que esta al otro lado del espejo, de mi mismo, un reflejo helado. He pasado mis dedos lentamente por el reflejo, centímetro a centímetro, por esa cara reflejada, no veo nada extraño, y sin embargo todo es distante y extraño.

No hay calor, solo frío.

No me reconozco en ese reflejo, pero si que soy yo, esa persona reflejada, ese yo, pero sin corazón, sin sentimiento, sin emoción.
Durante toda mi vida he querido ser tu, sin miedo a perder, sin sentimientos contra los que luchar, ni emociones que me aten a nada, ni a nadie, sin embargo he fracasado.

Dirijo la mano hacia mi propia cara, y esta cálida, siento cada centímetro de piel, cada milímetro de mi ser, los ojos marrones, el pelo negro, los labios carnosos, y ese pequeño hoyuelo que tengo en medio de la barbilla.

Ese soy yo, lleno de imperfecciones, pero yo puedo cambiar, y tu no, tu nunca serás nada mas que mi reflejo, frío, impertérrito, eterno tras el espejo, siempre enfrente, nunca detrás.

Y aquí sigo yo, un ser imperfecto, lleno de pequeños detalles que me hacen cálido, con sentimientos y emociones. Envejeciendo poco a poco, pero siempre delante, constante. Poco a poco voy cambiando, unas veces a mejor, otras a peor, pero con cambios, aprendiendo de las emociones que siento, de las situaciones con las que me encuentro, de cada ser con quien me cruzo. Yo cambio, yo siento, yo perezco.

Tal vez, durante un segundo, miro a esa imagen, y pienso que a lo mejor no he fracasado, tal vez esa sensación extraña es la sensación de la victoria. Siento que he cambiado, tan solo con cinco minutos mirando ese reflejo, he cambiado, comprendiendo que la vida es cambio, he cambiado, evolución, he cambiado, emoción.

Miro el reloj, lo que me han parecido unos minutos, han sido horas de profundo silencio de mirar tan solo un reflejo. Un reflejo que me ha enseñado, que me ha mostrado lo increíble que es cambiar, y lo difícil que es permanecer frío detrás del espejo.

Tal vez no sea tan frío, tal vez no este detrás del espejo, tal vez ese reflejo también ha cambiado.

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